Moto eléctrica: quieres pasarte a la movilidad sostenible y no paras de preguntarte si todas esas frases que has escuchado sobre las motos eléctricas son ciertas. Aquí te aclaramos las dudas de los 7 mitos más comunes sobre las motos eléctricas.
Esta es quizá la principal preocupación de los rebeldes que quieren hacer la transición a los vehículos eléctricos, y si bien es cierto que los precios pueden ser un poco más elevados, los precios son bastante competitivos al incorporar tanto los gastos de mantenimiento como el repostaje en su uso diario.
Más allá de lo que te vas a ahorrar pasándote a la movilidad cero emisiones, en España, el gobierno ha aprobado el plan MOVES III, que aporta una subvención de hasta 1.100 euros para las motos eléctricas, haciendo cada vez más asequible las motos eléctricas, si no sabes como funciona, te lo contamos en nuestro blog.
Desde pequeños hemos escuchado de la incompatibilidad del agua y la electricidad, por lo que no es sorprendente que muchas personas piensen que las motos eléctricas son incompatibles con la lluvia. Los vehículos eléctricos surgen como una respuesta sostenible a la necesidad de transporte de las personas, independientemente de las condiciones climáticas, por eso todas las motos eléctricas tienen un diseño que protege el sistema eléctrico de la lluvia y el agua, así que tu moto seguirá en perfectas condiciones a pesar del mal tiempo.
Afortunadamente cada vez somos más los que creemos en la revolución del transporte sostenible, esto ha permitido el desarrollo de vehículos y motocicletas que permitan a sus usuarios llegar más lejos. La variedad de modelos se adapta a cada individuo, por eso, en el mercado de las motos eléctricas encuentras algunas con una autonomía de hasta 420 kilómetros, lo suficiente para llegar de Madrid a Bilbao. Aunque la mayoría de los usuarios, suelen recorrer a diario un máximo de 40 kilómetros. La Vostok E9 tiene una autonomía de hasta 120 kilómetros, asegurándote que siempre puedas llegar a tu destino.
Las cosas buenas llevan tiempo… sin duda, pero no tanto. Las baterías para motos eléctricas varían según su capacidad y el material del que están hechos. La batería con carga más rápida en el mercado tarda media hora en cargar, más o menos lo que te demoras tomándote un cafecito al sol. Además, no necesitas un punto de recarga para cargar tu vehículo, las motos con baterías extraíbles pueden recargarse fácilmente en casa.
Este es uno de los mitos más propagados sobre las motos de los rebeldes. Como hemos mencionado en el punto anterior, las baterías dependen del material y la capacidad que tienen, pero también del uso y cuidado de los propietarios. La batería Vostok tiene una garantía de dos años y asegura más de 60.000 kilómetros sin perder su eficiencia, imagina todas las barreras que podrás superar.
Los vehículos emisiones cero utilizan electricidad para recargarse y funcionar. La obtención de energía puede provenir de distintas fuentes, sin embargo, España ha avanzado hacia las energías limpias y renovables, así, el 59% de la energía utilizada en el país durante el 2022 provino de fuentes de energías limpias, principalmente de la energía eólica. A diferencia de las motos tradicionales que requieren combustibles fósiles para funcionar los cuales emiten gases contaminantes que impactan directamente en la atmósfera. Las motos eléctricas si representan una transformación más ecológica y sostenible para el planeta.
Durante los últimos años hemos visto el incremento del precio de la luz, y por eso es común escuchar que el costo del consumo de energía para las motos eléctricas es incluso mayor que el del combustible. La realidad, es que, aunque haya subido el precio de la luz, sigue siendo significativamente más barata que la gasolina. Las motos de combustión requieren una inversión cuatro veces mayor en combustible que la que necesita un vehículo sostenible. Es decir, si al mes te gastas 10 euros en gasolina para tu vehículo, con una vehículo sostenible, la inversión será de 2,5 euros.
Las motos de combustión requieren una inversión cuatro veces mayor en combustible que la que necesita un vehículo de movilidad sostenible. Es decir, si al mes te gastas 10 euros en gasolina para tu vehículo, con una L3E o L1E, la inversión será de en torno 2,5 euros.
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