La Ley del Cambio Climático y Transición Energética obligó a que todas aquellas ciudades y municipios de España que superasen los 50.000 habitantes, tuvieran que establecer una Zona de Bajas Emisiones antes de 2023. Sin embargo, la mayoría de localidades aún no han implementado estas zonas.
Según los últimos datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud, nueve de cada diez personas respiran aire altamente contaminado. De hecho, la Agencia Europea de Medio Ambiente estima en más de 20.000 muertes prematuras en España al año a causa de la mala calidad del aire, siendo el actual modelo de movilidad y transporte una de las causas. Es por eso que se hace necesario ir hacia una movilidad sostenible en la que las Zonas de Bajas Emisiones juegan un papel esencial.
El artículo 14.3 de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética define las ZBE como “ámbito delimitado por una Administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente.” Estas zonas se están convirtiendo en una herramienta importante para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las áreas urbanas.
Incluso después de la ley, publicada en 2021, las autoridades locales han tenido que explicar cómo regularán las zonas de bajas emisiones. Con este fin, el Ministerio de Transición Ambiental y Asuntos Demográficos publicó por primera vez en noviembre de 2021 un documento que Directrices para la Creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Posteriormente, el 27 de diciembre de 2022, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto 1052/2022 por el que se regulan las zonas de bajas emisiones.
Unos 150 municipios españoles repartidos por todo el país tendrán que adaptarse a la nueva normativa y ya han establecido zonas de bajas emisiones. Las ciudades donde funcionan estas ZBE son: Madrid, Barcelona, Córdoba, Pontevedra, La Coruña, Sevilla, Badalona, Rivas-Vaciamadrid, San Cugat del Vallès, Valencia y Sant Joan Despí. Sin embargo, muchos municipios todavía están en el proceso de publicar ZBE, incluso después de que haya vencido el plazo.
Te dejamos aquí, dos buscadores qué pueden ayudarte a tener la información más actualizada en tu zona concreta, Buscador Ciudades y el mapa interactivo Zonas de Bajas Emisiones en España, varias zonas no cuentan aún con una normativa publicada, pero guardalo como referencia para ir investigando sobre los próximos meses, viajes y comodidad diaria.
Aunque no existe una ley que obligue a exhibir la etiqueta en el coche, las distintas ordenanzas municipales de los ayuntamientos pronto lo exigirán. Específicamente en áreas con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), el control de acceso será necesario a través de estas etiquetas. Por tanto, será obligatorio que tu vehículo tenga una etiqueta medioambiental de la DGT visible si necesita entrar en una ZBE. Las etiquetas permitidas para acceder a una ZBE son las siguientes:
Las restricciones de acceso a las ZBE varían según el municipio, pero generalmente los vehículos con etiqueta C y B pueden acceder siempre y cuando no estacionen en la calle, sino en un aparcamiento público. Para los vehículos con etiqueta ECO y Cero, no hay restricciones.
No podrán circular por una ZBE los vehículos a los que no les corresponde ningún tipo de etiqueta medioambiental: los vehículos de gasolina anteriores a enero de 2000 y los diésel anteriores a 2006, ya que no cumplen con ningún tipo de normativa anticontaminación (ni Euro 3, Euro 4 o Euro 5). No obstante, cada ZBE establece una serie de excepciones.
Las ZBE ofrecen una serie de beneficios tanto ambientales como sociales para las ciudades y sus habitantes:
Las zonas de bajas emisiones ofrecen muchos beneficios, pero también presentan importantes desafíos y consideraciones. Es por eso que deben abordarse los desafíos de garantizar una transición justa para quienes se ven afectados por limitaciones de accesibilidad, garantizar la disponibilidad de alternativas de transporte sostenibles y lograr equidad y movilidad para todos los ciudadanos.
En conclusión, las zonas de bajas emisiones son una herramienta clave para resolver los problemas medioambientales y de movilidad de las ciudades españolas. Al promover la movilidad sostenible y reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos, estas áreas contribuyen a crear entornos urbanos saludables, habitables y sostenibles para todos.
